En TÓTEM también nos gustan las verduras. Contamos con variados y salteados congelados, listos para usar.
Pensamos sobre todo en los más jóvenes, que llevan un ritmo de vida frenético, pero no quieren dejar de cuidarse. Sin embargo, nos damos cuenta que las verduras congeladas son consumidas por todos los públicos.
Reservas para los imprevistos
Nunca se sabe cuando puede llegar una visita, y la perecedera verdura fresca no espera a nadie. Las bolsitas de verduras congeladas nos ayudan a crear esa reserva para aquellos días en los que no hemos pensado qué comer o en los que recibimos la visita sorpresa del año.
Sabor y calidad
La verdura congelada no está reñida con el sabor y la calidad de la fresca. En TÓTEM garantizamos que el producto que tenemos es nacional, de excepcional calidad de origen, y que está ultracongelado en factorías especializadas en el sector.
¿Tienen menos nutrientes las verduras congeladas?
Se ha avanzado mucho en la materia de la congelación. De hecho, ahora las factorías ya no congelan, ultracongelan. Así se evita cualquier posibilidad de pérdida de nutrientes.
tal y com o explican desde la Asociación Española de Fabricantes de Vegetales Congelados (ASEVEC), «la verdura ultra congelada se recolecta y trata de forma muy rápida, de manera que no da tiempo a que pierda ninguna propiedad. Nutricionalmente es igual de aceptable que la fresca y el proceso de congelación no destruye los nutrientes, sino todo lo contrario.
Entre los estudios que corroboran esta afirmación, está por ejemplo el elaborado por la Universidad de California-Davis hace menos de un año.
La Fundación de Alimentos Congelados y la Universidad de California-Davis dio a conocer un estudio que muestra que el contenido de nutrientes de ciertas frutas y verduras se conserva mejor en el congelador que en el refrigerador.
Los investigadores evaluaron el contenido en nutrientes de zanahorias, brócoli, judías verdes, guisantes y espinacas; cada producto fue analizado tanto fresco (el mismo día de la recolección y con tres y diez días de conservación en nevera) como congelado (el día de recolección, a los 10 y a los 90 días). Los resultados revelaron que la presencia de vitaminas A, B2, C y E era igual en los alimentos congelados que en los frescos, y que incluso se conservaba bastante mejor pasado el tiempo. En cuanto a la fibra y los minerales (calcio, magnesio, zinc, cobre y hierro), los congelados mantenían peor estos nutrientes, pero con muy poca diferencia.
La frescura y la calidad en el momento de la congelación afecta a la condición de los alimentos congelados. Si se congela en su mejor momento de calidad, los alimentos descongelados conservan mejor sabor que los alimentos congelados cerca del final de su vida útil. Así si se congelan las verduras en el momento de su recolección, estas conservarán todas sus propiedades nutricionales en vitaminas, color, sabor y textura”